Introducción
El ejercicio D-F es como el número fuerte en la fase de comunicación de un Curso de Relaciones Humanas. Se trata de llegar a través de la vivencia de la comunicación en grupo allí donde no solemos penetrar ordinariamente y mucho menos permitir la entrada de los otros. Tratar de poner a los otros en contacto con esa dimensión más profunda de nuestra Intimidad para colocarla en un nivel de comunicación existencial que permita la creación de unos lazos de amistad y compromiso con los otros.
La filosofía que subyace en esta técnica es clara. Supone no .solo la posibilidad de establecer puentes de comunicación entre un Yo y un Tú, sino que la persona humana se realiza plenamente como tal en la medida en que es capaz de tender estos puentes. Porque solo mediante la comunicación con los otros es dado a la persona poseerse plenamente como ser existencial y al mismo tiempo permitir la realización de otras personas al brindarles la ocasión de una apertura al mismo nivel.
Esta comunicación no tiene por qué ser exclusiva entre un Yo y un Tú, entre dos personas solamente. Más bien la capacidad del hombre para lo Absoluto le permite ir ensanchando este diáiogo, ampliando su radio de acción hasta lo ilimitado en cuanto al número de personas, de esas personas que lleguen a formar un NOSOTROS tan vasto como la Humanidad entera.
Esquema del D-F
El esquema del ejercicio D-F, dado que no se puede señalar algo totalmente
preciso y delimitado, podría ser el siguiente:
- Motivación.
- Modo práctico de realizar el ejercicio:
- Primera parte del D-F.
- Murmullo.
- Realimentación.
- Evaluación grupal del ejercicio o FEED-BACK.
- Evaluación a escala de asesores exclusivamente.
- Posibles riesgos y problemas que se pueden presentar.
A. Motivación
No es el momento de una larga conferencia sobre la comunicación. Se trata simplemente de hacer caer en la cuenta al grupo de la ausencia de una verdadera comunicación interpersonal en nuestras relaciones grupales ordinarias.
Basta tocar dos o tres tópicos de carácter más bien emocional con el fin de que las personas sientan y experimenten en sí mismas la ausencia de una verdadera comunicación y se abran a la posibilidad que el Curso de Relaciones Humanas les ofrece para Intentar esa comunicación a nivel interpersonal.
Se puede partir del hecho de la soledad del hombre moderno, rodeado de los demás hombres en su trajín de vida, y sin embargo hambreando un poco de compañía interna de aquellos con quienes coexiste. El hombre de la ciudad de manera especia! es consciente de esta hecho comprobado por todos.
Hacerle caer en cuenta de la cantidad de mecanismos de defensa que empleamos en nuestras relaciones con los otros para protegernos de ellos más que para tratar de abrirnos a una comunicación verdaderamente existencial.
Se puede terminar con una invitación a entrar en estas relaciones interpersonales, que no son otra cosa que la donación de lo mejor que poseemos a los demás, para ayudarlos a su realización personal en la linea de su propia vocación. Relación que tendrá que ser, por lo tanto, de YO a TU o de centro a centro» como diría Tellard de Chardin. Esta actitud de apertura a los otros habrá de superar los riesgos inherentes a todo esfuerzo por una comunicación existencial auténtica: el rechazo y la traición.
B. Modo práctico de realizar el D.F
No es conveniente hablar de técnica del D-F al grupo de buenas a primeras. Bastaría con proponer el ejercicio que sigue como un modelo posible de poner en práctica la comunicación.
Primera parte del D-F
Repartidas las papeletas numeradas para la formación de los grupos que, a ser posible, no deberán pasar de doce personas ni ser menores de ocho, se les puede mostrar mediante un gráfico en el tablero la disposición exterior de los grupos, en esta forma:
Conviene que se formen los distintos grupos haciendo un circulo de forma que todos puedan verse cómodamente para que Inclusive la disposición externa favorezca la comunicación.
Una vez reunidos, se numeran los miembros de cada grupo, de cuya numeración resultarán unos individuos con un número Impar y los demás con número par. Se ponen de acuerdo en cada grupo sobre qué subgrupo -par o impar- hablará primero. Si deciden, por ejemplo, que hablarán los pares en primer lugar, comienzan ellos uno por uno, a comunicarse con todos los demás, mientras los impares escuchan comunicándose en silencio acogedor hasta que les corresponda el turno. Los miembros del subgrupo par, que han comenzado a hablar, pueden Intervenir en la comunicación de cada uno de sus compañeros de subgrupo con el fin de facilitarles la comunicación por medio de posibles preguntas o aclaraciones. En ningún momento las comunicaciones han de derivar a cualquier tipo de discusión, ya que no es el momento Oportuno, puesto que las vivencias comunicadas, o las experiencias, no son objeto de discusión.
Terminada la intervención de los miembros del subgrupo par (en este caso), comienzan a hacer lo mismo los del otro subgrupo que hasta este momento han permanecido en silencio comunicativo, callándose los que hablaron antes en la misma actitud acogedora y de respeto profundo.
De aquí le viene el nombre a esta técnica: D (dentro) F (fuera), porque inclusive la disposición externa puede hacerse en forma que se hagan dos círculos: uno el del grupo par y otro el del grupo impar. El nombre de Fuera’ no se aplica porque ellos realmente lo estén, sino porque no actúan de modo directo mediante su intervención hablada, sino hasta que los miembros del otro subgrupo hayan concluido su comunicación.
A pesar de la motivación que ha precedido a este ejercicio, los miembros del grupo suelen preguntar: de qué hablamos? Se les puede decir que se comuniquen sencillamente. Para lo cual pueden servir unas preguntas propuestas en la pizarra antes de que vayan a los grupos, tales como:
- Quién soy yo?
- Cómo me ven los otros?
- Qué busco en ml vida?
- Algunas vivencias que más han influido en mi.
Murmullo
Como hemos visto, en cada grupo se han formado dos subgrupos: el de los pares y el de los impares. En esta parte, cada subgrupo, por separado, comenta las impresiones acerca de los miembros del otro subgrupo: cómo han visto la comunicación, sí les ha parecido sincero, si les ha costado mucho o poco comunicaras… Pueden inclusive preparar algunas preguntas para hacer al otro subgrupo o a sus integrantes, en el supuesto de que quieran aclarar algún aspecto que no haya quedado claro en la primera parte del D-F. Esto durará unos 10 ó 15 minutos. Murmullo no quiere decir que haya que murmurar de los otros, sino que se trata de preparar y prolongar la comunicación cuya reanudación vendrá luego, en la última parte del D.F.
Realimentación
Terminado el murmullo, vuelven a reunirse los dos subgrupos -pares e impares- como al principio. Es el momento del FeedBack entre ellos. El material que han reunido en el murmullo sobre impresiones recibidas por cada grupo acerca del grupo murmurado se sacan, y puede así realimentarse la comunicación a un nivel ya mucho más profundo. Indistintamente puede comenzar a hablar cualquiera de los subgrupos sobre cómo han visto a las personas del otro subgrupo en su comunicación: si cautelosos o espontáneos, de comunicación abierta y fácil o más bien llenos de dificultades. Puede prolongarse esto muy bien a lo largo de una hora, ya que aquí si se permiten las interpelaciones y hasta la ayuda.
C. Feed-Back de todo el grupo
Tras unos momentos de descanso, todo el grupo se reunen todos con el fin de hacer un feed-back general. En los diversos grupos no ha habido ni secretario ni coordinador, nadie ha tomado nota por escrito, y por lo tanto no se trata ahora de hacer una relación de lo que se dijo y pasó en cada grupo. Pueden hablar libremente los miembros de los distintos grupos acerca de sus vivencias a lo largo del ejercicio: cómo se sintieron, qué provecho obtuvieron del D.F. con qué dificultades tropezaron, qué han aprendido para
su vida e inclusive posibles sugerencias para un mejoramiento de la técnica.
Será el momento tal vez para realizar algún «vivencial» que les ayude a interiorizar más la comunicación. Q tal vez pueda resultar provechosa una charla en profundidad sobre la comunicación, para lo cual se puede muy bien emplear la parte doctrinal que Introduce este capitulo, la ventana de Joharí o cualquier otro tipo de conferencia sobre el tema de la comunicación. Dependerá de la situación concreta por la que esté pasando el grupo.
D. Evaluación a escala de asesores exclusivamente
Es bueno que entre los mismos asesores se lleve a cabo una reunión para cambiar impresiones sobre cómo transcurrió el ejercicio, dificultades que hayan podido surgir, posibles orientaciones que se puedan proponer al grupo para continuar el curso, y lo más importante: ver si lo que pretendíamos se ha realizado y hasta qué punto.
Habrá que notar, ahora que hablamos de asesores, que estos normalmente pueden entrar a formar parte de los grupos D-F, teniendo en cuenta lo siguiente:
- Que se dé la suficiente confianza para que su presencia no Inhiba al grupo en su comunicación.
- Que su intervención tendrá tanto más sentido cuantas mayores posibilidades existan de continuar su trabajo con el grupo más allá del curso de Relaciones Humanas.
- Que procure no hablar el primero para que no determine con su actuación la comunicación de las demás personas.
- En el caso de que actúe en primer lugar, tendrá cuidado de que su manifestación al grupo no solo sea plenamente sincera sino que aparezca a los demás como tal, de modo que la paute señalada involuntaria pero inevitablemente por su actuación, facilite al máximo la comunicación a los otros.
E. Riesgos del D.F
Pueden presentarse situaciones de bloqueo frente a la comunicación. Es posible que solo una parte del grupo los experimente o que todo el grupo se sienta afectado por esa resistencia frente a la comunicación. Lo mejor es abordar el problema directamente y organizar una reflexión ante el problema, bien sea en grupos o en forma de debate de todo el grupo. Esto ofrece grandes posibilidades a la dinámica del grupo. No importa que el programa previsto no alcance a cumplirse. El aparente «impasse» que significa el bloqueo a la comunicación puede llevar al grupo a un «insight» profundo sobre su problemática individual y grupal que resultará mucho más eficaz que cualquiera otra de las técnicas de Relaciones Humanas, en este momento.
También pueden originarse situaciones de arrepentimiento en personas que juzgan haberse abierto quizás excesivamente en su comunicación a lo largo del ejercicio D.F. Habría que llevarlas a la convicción de que ese riesgo debe correrse y que no es contraproducente, sino todo lo contrario. De buena gana les recordaríamos aquella frase de Mahatma Gandhi «Siempre he creído en la lealtad de mis enemigos. Y a fuerza de creer, la he encontrado. Se han aprovechado de mi actitud para engañarme. Once veces consecutivas me han engañado y yo, con una obstinación estúpida, he comenzado a creer otra vez en su lealtad. Y así, la vez duodécima no pudieron ya impedir el ser leales.
Descubrir su propia lealtad ha sido para ellos una sorpresa feliz, y también para mi». De este modo tal vez descubran » la esperanza inquebrantable de que por el amor se posee el poder de hacer del indigno un hombre nuevo» (Ignacio Lepp).
«Tecnicas y praticas de las relaciones humanas», Jesus Andres Vela,
Coleccion experiencias