Se divide a los jóvenes en grupos de al menos siete personas. Se escoge un jugador que se quedará de pie en el centro y los otros se sientan en el piso formando un círculo compacto alrededor de él, colocando sus pies alrededor de los tobillos del que está en el centro. La persona del centro cruza los brazos sobre su pecho y, poniéndose muy tieso, se deja caer de espaldas. (Es muy importante recalcar que la persona del centro debe mantener los pies juntos y permanecer muy tieso. ¡Si él o ella dobla la cintura se caerá porque el grupo no podrá soportar el peso concentrado de la persona!)
Los jugadores del círculo trabajan en conjunto para cachar a la persona y pasarla hacia adelante o hacia atrás por todo el círculo. Anima a varios jóvenes a tomar el lugar del centro, después que todos regresen a sus asientos y pregunta:
Aquellos que estuvieron en el centro,
- ¿Qué se siente caer en las manos de sus compañeros?
- ¿Cómo se sintieron los que estaban cargando al del centro?
- En esta actividad, ¿Qué tan necesarios son los otros miembros del grupo?
- ¿Puedes pensar en algún momento de tu vida en que necesitaste depender de tus amigos o de otros creyentes?